148.- 11 de febrero

            Entre las actividades programadas para celebrar este día no podían faltar los audiovisuales. Se describen tres de ellos, uno aún no estrenado.

Al igual que en años anteriores, el próximo 11 de febrero, se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Por si alguien no lo conoce, se trata de una iniciativa que un grupo de personas vinculadas al ámbito científico pusieron en práctica en septiembre de 2016, de forma voluntaria y sin ánimo de lucro. Dicha iniciativa está conformada por actividades que conmemoren este día (que fue declarado como tal el 15 de diciembre de 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas) para intentar sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de que las mujeres y las niñas participen en la Ciencia y la Tecnología, que lo hagan en igualdad respecto a la otra mitad de la humanidad, y que se visibilice (y nos enteremos) el relevante papel que desempeñan actualmente todas las científicas en su trabajo cotidiano. Esta iniciativa se realiza en toda España. En este enlace puede ampliarse toda la información sobre esta iniciativa además de información sobre las más de 1300 actividades y charlas que van a celebrarse entre el 1 y el 15 de febrero 2020.

Y dada la sección que nos ocupa, en esta ocasión vamos a repasar brevemente las producciones audiovisuales que están circulando y en disposición de verse para esta celebración. Por supuesto tenemos las películas y documentales más comerciales, pero las que vamos a tratar de reseñar son esas otras menos conocidas, y realizadas con menos medios económicos, pero que no desmerecen en nada a las primeras. Por otro lado, la idea es transmitir información y concienciar, y para eso no nos importan demasiado ni las puestas en escena, ni los efectos especiales, que más bien podrían ocultar su verdadero sentido.


1.- El enigma Agustina

Nacionalidad: España, 2018. Dirección: Emilio J. García Gómez-Caro y Manuel González García, a partir de un guion propio. Producción: Ana María Navarro Tamayo, Oscar Huertas Rosales y Estefanía López González. Fotografía: Pablo Bullejos, en B/N y Color. Montaje: Lluís Blanes. Música: Olé Swing. Duración: 90 min.

Intérpretes: Nerea Cordero (Esther Vidal), Antonio Leiva (Andrés García), Natalia Ruiz Zelmanovitch (Fotoncita//Agustina), Manuel González (Enanita Blanca), Paulino Navarro (Honorato), Chelo Araque (Experta en ciencia y Mujeres), Natalia Zamora (Prima de Esther), Manuel Ruiz (Paco), Oscar Huertas (Experto en Física), Emilio J. García (Experto en Historia de la Ciencia), Ana Tamayo (Experta en la Generación del 27), Myriam Rodrigues (Funcionaria de La Sorbona), John Carter (Experto en Marie Curie). Pilar Cara Jiménez y María José Arias Puertas (Vecinas de Almuñecar).

Se trata de una película rodada en Granada, París y Madrid, con la estructura de un falso documental (aunque realmente está tan bien urdido el argumento que le será muy difícil al espectador descubrir cuáles son las pocas licencias inventadas que se han utilizado; al final se explica cuál es lo inventado y cual lo real).

El argumento arranca en 1980, en Madrid, cuando en las obras de remodelación del Palacio del Pardo, oculto tras un falso techo, aparece un baúl lleno de objetos y documentos que no guardan ninguna relación aparente entre sí: fotos antiguas, discos de pizarra, programas de mano de un espectáculo de copla de los años veinte, cartas, artículos científicos y una tesis doctoral. Sin mayor interés para nadie, el arcón y su contenido es almacenado y olvidado, hasta que en 2015 una estudiante de Historia, que está realizando una tesis sobre Blas Cabrera, ha descubierto su existencia. Entre los citados documentos descubre una tesis doctoral en Física dirigida por Blas Cabrera a una tal Agustina Ruiz Dupont fechada en 1923, junto a unas cartas firmadas por Albert Einstein y Marie Curie en las que se menciona el nombre de Agustina. Además, hay fotos en las que una misteriosa mujer, de la que no encuentra referencia histórica alguna, aparece rodeada de toda la élite científica europea de principios del siglo XX. Para tratar de descubrir quién es, se pone en contacto con un conocido divulgador científico.

La película describe algunos de los hitos científicos más relevantes ocurridos en Europa en el primer tercio del siglo XX, haciendo especial hincapié en temas como la relatividad general, la mecánica cuántica y la cosmología. Pone además sobre la mesa un periodo de la historia española reciente en la que España se acercó a la vanguardia científica (conocida como edad de plata de la ciencia española) gracias al trabajo de la Junta de Ampliación de Estudios (JAE) y la dedicación de personas como Blas Cabrera, Julio Palacios, Enrique Moles, José Castillejo o Felisa Martín Bravo, seguramente desconocidos por el público en general. Para los más reticentes, no se trata del típico documental prolijo en datos que nos duerme a los diez minutos, sino que el montaje, la ambientación, los bien llevados saltos temporales y una inteligente dosis de humor (cancioncilla incluida), hacen del conjunto un trabajo digno de mención y visualización. Por otra parte, tiene el mérito e indudable interés de transmitir al espectador la triste sospecha de la segura existencia de muchas Agustinas (y Agustines) que desgraciadamente vieron sus vocaciones y sus potenciales méritos completamente arruinados a causa de unas circunstancias políticas y sociales que condicionaron la existencia de todo un país (por supuesto idea extrapolable al resto del mundo con interesados vaivenes personales de unos pocos).

La película ha sido financiada por la Fundación Española para la Ciencia y Tecnología (FECYT-Ministerio de Economía, Industria y Competitividad) y cuenta con la colaboración de instituciones como la Sociedad Española de Astronomía, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y el Instituto Andaluz de la Mujer. Ha sido merecedora del Gran Premio Unicaja BICC Ronda-Madrid-México 2018 a la Mejor Obra Audiovisual en la Bienal Internacional de cine científico Ronda - Madrid – México (BICC, 2018), finalista al Mejor Largometraje documental en el I Certamen Cine Autor (VOD). En este enlace podéis ver un pequeño tráiler. Que disfrutéis con Fotoncita de Jerez y su primo Enanita Blanca.

2.- La mujer que soñaba con números

Nacionalidad: España, 2020. Dirección: Mirella R. Abrisqueta, basada en un guion propio. Producción: Mirella R. Abrisqueta. Fotografía: Adrián Barcelona, en Color. Montaje: Pablo Urcola. Duración: 70 min.

Intérpretes: María José Moreno y Claudia Siba (Andresa Casamayor, en distintas épocas), Minerva Arbués, Javier Aranda, Francisco Javier Bruna, Félix Martín.

Rodada en Zaragoza, Madrid, Bureta y Grisén, en este caso nos encontramos ante la historia de una mujer real, la matemática zaragozana María Andresa Casamayor de la Coma, junto a la de otras personalidades de la Ilustración. Aunque los responsables han hecho un profundo trabajo de investigación sobre Andresa, hay muchas lagunas (lo de siempre: si la Historia se preocupa sólo de algunos ilustres, imagínense, bueno seguramente no haga falta que se lo imaginen, qué sucede con las mujeres), por lo que la directora/guionista ha optado por una puesta en escena entre el pasado y el presente (igual que sucede con El enigma Agustina). Así, una compañía de teatro actual que intenta sacar adelante una obra sobre la protagonista, será la que nos vaya desvelando los fragmentos de la vida de esta mujer.

Con poco más de 17 años publicó el libro Tyrocinio arithmetico, Instrucción de las quatro reglas llanas, catalogado hasta el momento como el primer libro de ciencia publicado por una mujer en España. Tyrocinio es una palabra latina que significa aprendizaje, muy apropiado a su contenido, ya que su propósito es el de enseñar las cuatro operaciones (suma, resta, multiplicación y división) a personas sin estudios para que pudiesen aprender a desenvolverse mínimamente con las matemáticas más elementales. Incluye un apéndice con tablas de pesos, medidas y monedas, algo muy práctico en aquel momento ya que aún no se había descrito el estándar de las mismas y cada región española tenía su sistema propio. Muchos manuales escolares de esta época y posteriores incluían este tipo de tablas. Al parecer no fue el único tratado que escribió, ya que el historiador Melchor Poza, en su libro Mujeres célebres aragonesas, publicado en 1884, indica que también escribió El Para sí solo, “noticias especulativas y prácticas de los números, uso de las tablas raíces y reglas generales para responder algunas preguntas que con dichas tablas se resuelven sin necesidad de la algebra”. Desgraciadamente el libro nunca se llegó a publicar y el manuscrito ha desaparecido, de modo que simplemente disponemos de la referencia y lo que este historiador dejó reseñado.

Entre las curiosidades que hay detrás de la vida de esta mujer es que no firma el libro con su nombre (nos podemos imaginar la razón; lamentable, si uno lo medita mínimamente), como vemos en la portada de la imagen adjunta, sino como Casandro Mamés de la Marca y Araioa. ¿Y por qué este nombre tan extraño? Si uno se toma la molestia de compararlo con su verdadero nombre completo, María Andresa Casamayor de la Coma, podrá comprobar que son exactamente las mismas letras en distinto orden, esto es, un perfecto anagrama. Como pueden imaginar esto ha provocado que no aparezca en las referencias escritas por otros autores o lo haga equivocadamente. Así durante mucho tiempo se ha pensado que su nombre era María Andrea (el bibliógrafo aragonés Félix de Latassa y Ortín así la nombra en su monumental catálogo Biblioteca de los escritores aragoneses, 1798). Este equívoco ha retrasado incluso el estreno de este documental del que estamos hablando. Ya ven, y todo por unos abominables comportamientos de épocas ¿pasadas?

 Además de los intérpretes, el documental cuenta con los testimonios de varios expertos del siglo XVIII en Aragón como los historiadores Guillermo Pérez Sarrión, Domingo Buesa Conde y Antonio Peiró; la investigadora en historia de la ciencia, Asunción Fernández Doctor; el director de la Sociedad Española de Estudios del XVIII, Joaquín Álvarez Barrientos y la experta en letras del XVIII, María Dolores Albiac. Sobre ciencia participan los matemáticos Pedro J. Miana y Marta Macho Stadler; el físico del CSIC Antonio Lafuente García y el director del Observatorio Astronómico Nacional, Rafael Bachiller. Finalmente, el papel de la mujer en la Ilustración está a cargo de la historiadora María Victoria López-Cordón; la investigadora del CSIC y filósofa, Eulalia Pérez Sedeño y la filósofa feminista, Ana de Miguel Álvarez.

El documental tiene previsto su estreno (gracias Marta, por el apunte) el próximo viernes 14 de febrero (coincidiendo además con el tercer centenario del nacimiento de Andresa en Zaragoza) en Ibercaja Patio de la Infanta, en Zaragoza, aunque seguramente no tardando mucho podamos disfrutarlo en el resto del país. Pueden encontrar más información sobre la protagonista en el artículo Soñando con números, María Andresa Casamayor (1720 – 1780), de Julio Bernués y Pedro J. Miana, publicado en la Revista SUMA nº 91, pp. 81 – 86, julio 2019.

3.- Científicas: Pasado, Presente y Futuro.

            En marzo de 2016 se estrenó la obra de teatro Científicas: pasado, presente y futuro en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática de la Universidad de Sevilla. Unos meses antes, Francisco Vega Narváez, técnico de laboratorio de la citada universidad, pensó que sería una buena idea que su hija y otras niñas tuvieran referentes femeninos en el mundo de la ciencia para que no sintieran que algo les era ajeno por el mero hecho de ser mujeres, y también para que su hijo y otros niños tuvieran esos mismos referentes. Los logros en ciencia los hacen personas, da igual que sean mujeres u hombres, su edad, nacionalidad, etc.

El testigo fue recogido por cinco profesoras investigadoras de la Universidad de Sevilla, que, junto al propio Francisco, escribieron un guion basado en la biografía y trabajo de cinco célebres científicas. Ellas mismas interpretarían la obra, seleccionaron el vestuario, idearon la puesta en escena, etc. Y lo que en principio iba a ser un experimento (con mucha ilusión, eso sí), ha acabado siendo todo un referente a lo largo y ancho de nuestra geografía para centros escolares, museos de la ciencia, y para el propio público, que demanda poder disfrutar de la obra. Como esas peticiones no paran de crecer, sus responsables han pensado que no es bueno hacer esperar a tantas personas interesadas y han grabado la obra y la ofrecen generosamente a todos los que quieran acercarse a ella (lo que no quita para que se siga solicitando su presencia física, cuya agenda de actuaciones está más que completa durante bastante tiempo). El enlace en el que podéis disfrutar de sus monólogos es éste.

A todo esto, sus protagonistas son Isabel Fernández Delgado (Hipatia de Alejandria), Mª. Carmen Romero Ternero (Ada Lovelace), Adela Muñoz Páez (Marie Curie), Clara Grima Ruiz (Rosalind Franklin), y Mª José Jiménez Rodríguez (Hedy Lamarr). Después de la escenificación, normalmente las protagonistas sostienen un diálogo/puesta en común con los asistentes y sus opiniones, dudas y sugerencias. En el video, nos describen su quehacer diario en sus centros de trabajo y animan a las jóvenes a que dediquen sus futuros estudios a aquello que más les guste y nunca permitan que otras personas o circunstancias decidan por ellas (algo constatable aún hoy en día respecto a las vocaciones científicas que tan necesitadas están de investigadoras).

 Esta obra ha recibido numerosos reconocimientos (Premio Equit@t 2017 de la Universitat Oberta de Catalunya, Premio Ciencia en acción 2018, Premio Universidad de Sevilla a la divulgación científica 2018, entre otros), y sus responsables, en su deseo de ayudar a docentes y estudiantes, han elaborado con la magnífica colaboración de la dibujante Raquel Gu, (Raquelberry Finn), un fantástico cómic y unos documentos con actividades sugeridas a partir de él, que puede descargarse gratuitamente desde el enlace http://institucional.us.es/cientificas/comic. A finales de enero contabilizan cerca de 6000 descargas, y eso no es una casualidad.

Por supuesto, como decía al principio, existen muchas más producciones audiovisuales con mujeres como protagonistas (no tenéis más que navegar un poco por las reseñas anteriores en esta misma sección). Como reflexión final, me gustaría transmitiros mi deseo de que algún día se hubiera normalizado la convivencia del ser humano y fuera indistinguible el hecho de ser hombre o mujer (algo absolutamente lógico en lo que se refiere a valía científica), pero desgraciadamente, las aborrecibles noticias y las manifestaciones públicas de determinada gente, parecen conllevar que no llegaré a verlo. Ojalá me equivoque.

 (Publicado en DivulgaMAT el 3 de febrero de 2020

 

 

 

 


 

 

 

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